BARRIOS
PINTORESCOS
LA BOCA
"¿Ha
ido usted a la Boca?
-No.
Es
frecuente oir diálogos como éste, en los cuales
los interlocutores suelen ser, no ya forasteros, sino nativos
de la capital misma.
Buenos Aires ha crecido tanto, hay aquí, en realidad,
tantas ciudades superpuestas, que no causa extrañeza
a nadie que un porteño no conozca la Boca.
Hasta
hace algunos años, la Boca era frecuentada por muchas
gentes de aquellas que bien podemos llamar del Centro.
Las caravanas nocturnas, particularmente de periodistas
que iban a los humildes restaurantes de la Boca a comer
buen pescado frito bien regado con Chianti o Barbera, legítimo,
eran numerosas; pero ahora son muy pocos los que van a la
Boca por placer.
Y,
sin embargo, la Boca es uno de los barrios más pintorescos
de Buenos Aires, quizá el más pintoresco de
Buenos Aires.
Tiene
lo pintoresco característico de los puertos, porque
la Boca es, en realidad, el puerto de Buenos Aires, el verdadero
puerto, el puerto en que se vive, no sólo el puerto
en que se trabaja, como es el otro, el de los diques, los
almacenes de aduana, los grandes transatlánticos.
Todo
es allí típico, desde el aspecto de las calles
hasta el hablar de las gentes.
El comercio es pequeño, menudo, comercio al día
principalmente, de comidas y bebidas, de artículos
baratos de aquellos que no es posible guardar.
Allí florecen los más extraños ejemplares
humanos; y si da mucho que hacer a la policía, la
Boca tiene, por otra parte, sus encantos propios.
¿Que
idioma se habla en la Boca?
El que se habla en todos los grandes puertos del mundo:
una especie de esperanto instintivamente formado por el
pueblo mismo, de diversas nacionalidades, en su natural
afán de entenderse.
Y,
todavía, la Boca tiene un atractivo especial; entre
sus modestos habitantes, se encuentran quizá los
hombres más viejos de Buenos Aires, los que han asistido
día a día, desde la orilla del río,
al portentoso desarrollo de la gran ciudad.
Para ellos, es verdad, Buenos Aires es el mismo que hace
más de medio siglo, porque Buenos Aires no es sino
la Boca...
Lo demás... terra incógnita..."
Por
Luis Aberzani, Caras y Caretas del 28 de febrero de 1914